Somos intolerantes. ¿Si o no?

Un gran dilema en tiempos actuales

Ya hemos hablado en notas anteriores respecto de cómo hemos avanzado en estos últimos años en muchos aspectos, que incluyen entre otros los niveles científico, tecnológico y social.

Es en éste último aspecto en el que me quiero centrar en esta nota.

Hubo muchos cambios

Si miramos hacia atrás en el tiempo, notaremos que fundamentalmente se han hecho visibles temas como bullyng, discriminación, acosos en diferentes ámbitos (incluido el laboral, no solamente en el sexual, también en el psicológico).

Eran hechos totalmente cotidianos, que pasaban totalmente desapercibidos.

Algunos se tomaban como bromas pesadas, otros como demostración de bravura.

Por supuesto, siempre contra quien se suponía en un nivel de inferioridad.

A partir de empezar a tomar conciencia de esto, tratamos de hacer nuestras estas cosas, fomentando la unidad, y la igualdad.

¿Somos capaces de hacer que las cosas funcionen?

Tenemos el apoyo de la tecnología, en lo que hace a las comunicaciones, que ayudan a que esto sea posible.

Esto ha permitido que cada vez un mayor número de personas pueda registrar acciones cotidianas y hacer visibles hechos que de otra forma quizás no se hubieran tornado más evidentes, más allá que en general sabíamos de su existencia.

Luego, como sociedad se ha podido reaccionar acorde, tratando lentamente de corregir lo que vemos como indebido.

Las redes han permitido que personas con similares intereses o situaciones de vida descubran que no están solos en el mundo.

¿Todo es para mejor?

Desgraciadamente, como todo en la vida, tiene su contracara:

También se exacerban las expresiones desagradables, por suerte en menor escala, pero se hacen notar (intolerancia, racismo).

Muchas veces se ve potenciado por el anonimato que permiten las redes, donde muchos se animan a decir o hacer cosas que personalmente jamás se atreverían a realizar.

Incluso se han realizado especulaciones del incremento de la violencia a nivel internacional a partir de publicaciones ofensivas en redes sociales, y la viralización de noticias falsas, con hasta posibles incursiones bélicas, a partir de lo que se supone son bromas callejeras pero que denotan violencia y discriminación.

Como siempre, más allá de lo que las autoridades pueden hacer, permitir o prohibir, está en nosotros realizar todos los esfuerzos para mejorar la sociedad, disminuyendo la intolerancia y la violencia, tanto a través de nuestras acciones como de los ejemplos que demos a nuestros hijos.

Como prioridad personal trato de mantener estos principios cada vez que estoy adelante de una pantalla.

Igualmente mi impresión es que nuestra esencia (por lo menos a nivel colectivo) no ha cambiado demasiado a lo largo del tiempo, sí hubo grandes cambios a nivel individual, se ha comenzado un camino del que todavía falta bastante por recorrer.

Puedes seguir leyendo más la respecto haciendo click aquí.

Espero que me digas en los comentarios cuál es tu forma de comportarte, y desde dónde estás leyendo esta nota.

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Viejismo o perennials?

En estos días me llegaron por las redes diferentes campañas contra el viejismo, una palabra a la que no hace falta ser un experto para entender su significado.

Puesto a investigar un poco más en el tema, veo que es una expresión que hace por lo menos un par de años de la que se habla en diferentes notas pero que no ha tenido aparentemente una gran difusión.

Les dejo este enlace a una nota que ilustra bastante al respecto, vale la pena tomarse unos minutos para verla

El viejismo es otra de las formas de discriminación, donde en este caso el motivo es la edad de la persona atacada.

No es nuevo el hecho que la sociedad moderna hace gran culto de la modernidad, la tecnología y la presión implícita que lo que no se ve nuevo y joven debe ser descartado.

Esto se vale en la vida diaria para la ropa, calzado (¡¡¡cómo voy a salir con esto que ya tiene como un año!!!!!), el auto es viejo, el teléfono está quedando obsoleto………

Y así podemos seguir con innumerables ejemplos, con el agravante que los avances tecnológicos hacen que cada vez con mayor rapidez las cosas se vuelvan «viejas».

Te invito también a leer esta nota al respecto

En la faceta humana, es el culto a la juventud, la belleza y la vitalidad, aunque hay que reconoce que desde tiempos inmemoriales el hombre ha buscado la fuente de la eterna juventud.

Esto ha ido más allá de lo material y se traslada a nuestras relaciones, donde la edad es sinónimo de algo despreciable y molesto.

Siendo sinceros con nosotros mismos debemos reconocer que en mayor o menor medida hemos experimentado algo de esto en algún momento o hemos visto algún tipo de trato no correctos en nuestro círculo familiar con los adultos.

Si bien tratamos de mostrarnos como «avanzados» y conscientes, las sociedades occidentales no se han caracterizado en general por la cultura del respeto a sus mayores, como sucede en sociedades «menos civilizadas…»

Este destrato lo podemos ver en todos los ámbitos, incluso en el deportivo donde se descalifica muchas veces a la gente por su pérdida de agilidad corporal en lugar de hacer hincapié en la voluntad de superación y entusiasmo, incluso en actividades que se jactan de ser inclusivas.

Es lógico que cada cuerpo se desenvuelva acorde a sus posibilidades, esto también se ve en los niños donde por el contrario y por suerte cada vez se los incentiva más a participar y no se los rechaza.

Estar en forma no se contradice con nuestra edad

Independientemente de nuestra edad podemos seguir estando en forma siempre atendiendo los mensajes de nuestro cuerpo

Hoy en día nos encontramos en lo que podríamos llamar una paradoja donde se cruza el razonamiento en general de la sociedad con los avances en la ciencia.

¿Y cuál es esta?

Se encuentran por un lado el pensamiento de fondo que «lo viejo no sirve…»

Por otro lado hoy personas de 50 años o más podemos tener una calidad de vida impensada posiblemente 40 años atrás, cuando pensábamos que una persona de 50 años «era vieja y no sabía nada de las cosas de ahora….»

Quienes ya pasamos la barrera de los 50 vemos en general cuán errado es el pensamiento de la caducidad por el mero hecho del paso del tiempo ya que las capacidades físicas y mentales las conservamos muy bien.

La edad no es impedimento para hacer lo que nos gusta

Entre todos debemos dejar de lado los preconceptos referidos a que «los viejos no entienden nada….»

De este hecho también están comenzando a tomar nota en los ámbitos laborales ya que, si bien todavía en forma muy incipiente, están empezando a tener en cuenta las capacidades de la fuerza de trabajo experimentada frente a los más jóvenes, y en algunos casos se interesan en tomar lo mejor de los dos grupos para unir energías en lugar de promover la competencia.

Entonces necesitamos haber sabido inculcar en nuestras descendencias el respeto hacia los mayores, y también demostrar con el ejemplo que la discriminación por la edad no tiene ningún beneficio para nadie.

Sumar generaciones beneficia más que devidirlas

Sumando las diferentes generaciones en el ámbito laboral es más beneficioso que fomentar la separación en función de la edad, ambas partes pueden aportar puntos positivos desde su perspectiva.

Esto se puede lograr a través del respeto y a su vez teniendo nosotros especial cuidado en no discriminar («los jóvenes no saben nada, no tienen la experiencia necesaria, etc., etc., etc….»)

Resumiendo:

A través del respeto que hayamos tenido con nuestros semejantes (mayores o menores), y nuestra actitud de vida podemos cambiar la mirada que se tiene respecto al viejismo, demostrando, como decían nuestras abuelas, «viejos son los trapos….»

Lograr una gran apertura mental resulta muy beneficioso para todos, no permite crecer en todos los sentidos, tomar lo mejor de lo que nos rodea y sobre todo nos brinda la posibilidad de seguir escribiendo nuestro mañana.

En definitiva, debemos proponernos salir del esquema «Yo gano, tú pierdes» para reemplazarlo por «todos podemos ganar».

Espero tus comentarios y consultas por este u otro tema, tanto de los publicados o sobre cualquier otra inquietud que nos atañe a los perennials, tengas la edad que tengas, siempre son bienvenidos.

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Teletrabajo: Ventajas y desventajas

Una modalidad que comenzó tímidamente hoy se ha hecho masiva: Tener el lugar de trabajo en casa.

Dentro de la Generación Perennial posiblemente muchos recordemos series o películas donde veíamos a los personajes trabajar cómodamente desde un sillón de su hogar o tener un llamado con su jefe o reuniones de trabajo a través del televisor

Pensábamos: «lástima que esto nunca va a pasar……»

Actividades que en otras épocas considerábamos casi imposibles hoy son parte de nuestro día a día

La suma de diferentes circunstancias, como ser el avance tecnológico (fundamental) e incipientes cambios en la conducta social y el cuidado del medio ambiente hicieron que comenzara a plantearse la posibilidad de reducir la distancia que debemos recorrer diariamente hasta nuestros puestos laborales.

Comenzó tímidamente con determinadas profesiones independientes y poco a poco lo comenzaron a implementar las grandes empresas.

Hoy un hecho totalmente imprevisto (solamente pensado en películas de ciencia ficción) confina a la mayoría de la gente en sus hogares

Esto hizo que toda aquella empresa que pudiera considerarlo comenzó con la modalidad de teletrabajo para poder seguir con la actividad de la forma más regular posible.

Y he aquí que casi sin tomar conciencia de ello, llegó aquello que veíamos como lejano…

Este cambio necesita adaptación de esquemas y rutinas acorde a la nueva realidad.

Hay muchos puntos importantes a ver en este nuevo esquema, tanto a nivel personal como institucional y legal, donde se deben construir nuevos marcos acorde a este realidad.

Los encuadres legales y sus consecuencias no son el motivo principal de esta nota, me interesa más el enfoque humano.

En muchos ámbitos laborales quedó planteada la duda.

Podrá funcionar?

Hay muchas notas e informes al respecto, donde en grandes rasgos hay dos puntos principales respecto de posibles inconvenientes:

  • La posibilidad de compatibilizar el trabajo con la actividad diaria del hogar, incluido el cuidado de niños.
  • El recelo de muchas empresas respecto de la capacidad de adaptación de los trabajadores con mayor antigüedad al uso de las herramientas disponibles para el teletrabajo.

Las familias jóvenes deben poder optimizar espacios y tiempos para el trabajo, las personas de mayor edad pueden tener mejor predisposición en este punto pues tienen hijos mayores o bien estos ya no conviven con ellos

El primer punto resulta un gran desafío donde la cuestión hoy es conseguir optimizar tiempos y espacios, siempre que no se pueda disponer de un ambiente dedicado y tener que compartir equipos (en el caso de aquellas empresas que no han podido brindar los recursos a sus trabajadores) con el resto de los convivientes, teniendo en cuenta la modalidad de enseñanza a distancia que también tuvieron que implementar las escuelas.

El segundo apartado desde mi punto de vista responde más a un prejuicio instalado que a la realidad objetiva, y paso a explicar (es mi visión y por lo tanto puede tener un tinte de subjetividad):

Los departamentos de recursos humanos tienden a presuponer que los jóvenes como han nacido junto a la irrupción de los sistemas que hoy utilizamos a diario «saben cómo manejarse pues lo tienen internalizado», entiendo que es el mismo concepto por el cual las empresas simplemente no tienen en cuenta a personas mayores de 40 años para cubrir nuevos puestos de trabajos. Se está comprobando que la experiencia y las ganas de seguir creciendo internamente puede suplir con creces el empuje de la juventud, por lo que se desperdicia la posibilidad de sumar y potenciar en un equipo de trabajo.

Todo depende de la persona y las ganas de superarse día a día, recordemos que la mayoría de las herramientas ya son utilizadas en la rutina laboral en la oficina, la novedad es realizar todo en casa, sin desplazarse hasta el lugar de trabajo.

Esto implica tener la apertura mental para desechar esquemas de procedimientos o adaptar otros para llegar a iguales o mejores resultados.

También dentro de los jóvenes están quienes «no se llevan bien con la tecnología», como también profesionales en principio con muchos conocimientos a los que no les interesa adaptarse y solamente se perfeccionan por obligación en lo que hace estrictamente a su ocupación principal para no quedar fuera de carrera.

Todos podemos adecuarnos a los diferentes cambios que se nos crucen, todo depende de las ganas de avanzar.

Si bien los cambios que tuvimos en estos tiempos fueron relativamente vertiginosos, tenemos la capacidad de adaptarnos a ellos, el lograrlo o no depende de nosotros mismos.

Cuál es tu opinión al respecto? Espero tus comentarios.

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Evoluciona la sociedad, la mentalidad cambia ¿o no tanto?

La conciencia sobre discriminación: discriminar no es pensar

Como sociedad, ¿seguimos discriminando?

La sociedad ha evolucionado mucho en los últimos 50 años, somos de mentalidad más abierta, vemos al otro igual a nosotros, sin diferencias.

¿Es esto tan así como se pregona o es poco más que una expresión de deseos?

Hemos visto muchos cambios y aceptaciones, sin embargo muchas veces queda la sensación que no todo lo que brilla es oro.

Nos llenamos la boca con bonitas expresiones de aceptación y entendimiento, sin embargo en el día a día vemos que:

-Las nuevas generaciones hablan muy convencidas de cuidar a «los adultos mayores», o «población de riesgo», refiriéndose a personas mayores de 50 años, y muchas veces en forma condescendiente pues «no se saben vincular con las tecnologías», sin siquiera tomar conciencia que estas personas vieron nacer lo tecnología que hoy tenemos al alcance de la mano, y tienen mayor conocimiento de los fundamentos de ésta que nuestros jóvenes.

Lo expresado arriba vale tambien en el sentido contrario, para profundizar un poco en ello pueden ver «¿Jóvenes o mayores?» en este mismo blog.

-En los grupos de cualquier índole: Hubo grandes avances respecto de la discriminación cualquiera sea su forma, pero muchas veces (de forma consciente o no), estos grupos que tanto luchan para que sean tratados sin distinción alguna son tambien discriminadores hacia quienes son diferentes a ellos.

Deseamos erradicar el bullyng en los colegios pero muchas veces los padres lo inculcamos en casa, consciente o inconscientemente (muchas veces a traves de comentarios que parecen no ser ofensivos, pero que los niños decodifican de otra manera).

Y puede seguir la lista de ejemplos, en el campo que se nos pueda ocurrir, por lo que el camino a recorrer recién comienza, tenemos mucho para hacer.

Quizás intentando ponerse en la piel de quien tenemos enfrente podamos seguir avanzando, siempre que hagamos este ejercicio a conciencia, recordando que no todos somos iguales y tenemos momentos buenos y malos, que pueden no coincidir con nuestro estado de ánimo en algunas situaciones, tambien en esto radica la diversidad.

Parte del ejercicio es mentalizarnos que no siempre «el otro» es quien está equivocado

Tampoco podemos hacer que el resto sea una copia de nosotros, como tampoco nos gustaría que nos condicionen para ser igual que los demás.

Todos tenemos el derecho de mostrarnos tal como somos, obviamente dentro del marco del respeto hacia la comunidad.

Pensemos que los escollos para la aceptación están de los dos lados del mostrador, por el motivo que sea.

Vamos por un buen camino, recién empieza y podemos dar el ejemplo.

¿Qué actitudes propondrías para poder mejorar cada día un poco más?

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