Pensar antes de hablar…

¿Hablamos antes de pensar o pensamos antes de hablar?

  • Ya está… Lo tenía que decir…
  • Uf… Si no lo decía explotaba…
  • Soy así, no me puedo callar las cosas, las tengo que decir….

¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases o las hemos dicho?

Se siente muy bien poder decir «todo lo que tenemos dentro»…

Es una condición de todo ser vivo, no exclusiva de los seres humanos, entiendo, que expresen todas sus incomodidades.

Una forma de defensa, muchas veces referida a aliviar tensiones internas más que a una situación externa puntual del momento.

En animales, como posibles gruñidos o alejarse de lo que los incomoda, sin tener efectivamente una actitud belicosa.

En plantas, activando algún sutil mecanismo de defensa.

¿Quién no ha visto una mascota que prefiere no acercarse a determinadas situaciones o personas?

En el caso de los seres humanos, la reacción de descarga puede pasar por planos diferentes, que involucran de mayor forma nuestros pensamientos.

Una cuestión de cultura

Nos enseñan a socializar con nuestros semejantes, suponiendo una sociedad ideal.

Recién ahora se está comenzando a tener en cuenta, desde mi humilde punto de observación, que no vivimos en una sociedad ideal, sino en un planeta donde no todos somos iguales y reaccionamos de diferentes formas ante hechos similares.

No estoy hablando de catástrofes universales ni nada semejante, sino del trato diario con nuestros semejantes.

En el caso de esta nota se refiere a las relaciones con nuestros entornos cercanos, con quienes interactuamos todos los días, sea en nuestro entorno familiar, en el trabajo, con nuestros vecinos…

Tenemos un instrumento realmente fascinante en nuestro poder, nuestra mente, y muchas veces lo mal utilizamos.

Sobre todo en los aspectos del día a día.

Como expresé más arriba, nuestra sociedad no es ideal, lo que significa en la práctica que no todos reaccionamos de la misma forma ante la misma situación.

Infinitos son los motivos que generan (pequeños o no tanto) conflictos con quienes nos rodean, y no siempre podemos llegar a soluciones satisfactorias.

Tenemos la gran habilidad de ser seres pensantes, el pensamiento nos permite avanzar, pero muchas veces parece que cuando hay algo que nos hace sentir a disgusto en algún en algún entorno hablamos antes de pensar…

Volviendo al tema de nuestra formación y la posibilidad de socializar, nos enseñan a tratar de ser cordiales y respetuosos, hecho fundamental para vivir como seres sociales.

Fundamentalmente a ser cordiales y respetuosos, en contados casos se imparte formación que nos enseñe a ser empáticos.

Aunque puedan parecer conceptos similares, respeto y cordialidad pueden tener poco que ver con la empatía.

Mientras que los primeros implican tratar «correctamente» a otros, el último avanza un paso más: Es tratar de estar «en la piel del otro».

¿Es tanta la diferencia entre ser respetuoso y ser empático?

Imaginemos la siguiente situación:

Surge un malestar con alguien a quien tenemos algún afecto que hizo que la relación quede incómoda para uno o para todos.

Atenta y respetuosamente comenzamos a explicar lo que nos parece que no está en su lugar, pero…

Expresamos lo que sentimos como nos sale.

«Porque lo teníamos que decir»

«Porque somos así».

«Porque una vez que lo decimos, nos hemos descargado, y todo ya puede volver a la normalidad».

La mayoría de las veces, luego de esto nos sentimos aliviados, suponiendo que todos somos iguales.

Muchas veces no es así, la otra parte puede quedar muy lastimada, aunque no haya sido nuestra intención.

Resultado: Posiblemente el problema no se solucione sino que empeore.

Tendemos a olvidar que toda relación necesita por lo menos dos partes que interactúen, y olvidamos esto al expresar nuestros pensamientos, sobre todo si implican algo que nos incomode (te invito a leer esta nota relacionada).

Desarrollando empatía es posible llegar a excelentes resultados

¿Entonces no hay que dialogar?

El diálogo es algo que nunca debe morir, solamente es mi opinión que podemos expresar todo tratando de poner en práctica el principio de ser empáticos.

La persona con la que hablamos, ¿puede estar pasando por algún mal momento? ¿puedo encontrar alguna manera de expresar lo mismo tratando de no ser hiriente?

Mi opinión es que la respuesta es siempre si, podemos encontrar las mejores palabras para cada situación sin dejar de expresar lo que nos pasa.

Tratar de ser empáticos no significa que no debamos exteriorizar lo que nos incomode.

Personalmente trato de relacionarme en base a este principio, y no he tenido malos resultados.

¿Y cuál es tu manera de plantear o de solucionar los problemas?

Déjamelo saber en los comentarios.

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Expectativas para el año que se inicia

Y se terminó un capítulo mas….

Se inicia un nuevo año

Luego de doce meses que cambiaron el mundo (literalmente), tenemos un nuevo libro en blanco para comenzar a escribir.

¡¡¡Vamos por el año que se inicia!!!!

Todo tiempo pasado fue mejor…..

Hemos escuchado, y quizás repetido, a veces en broma, otras un poco en serio, muchas veces esta frase, siempre tomándola como una exageración.

Hoy podemos decir a la vista de lo que aconteció durante el 2020 que en cierta forma tiene más sentido del que creíamos.

Sería redundante entrar en detalles, pero la mayoría de nosotros se amoldó a cosas impensadas 2 años atrás.

¿Podemos hacer que el tiempo futuro sea mejor?

Fueron experiencias totalmente nuevas, mi impresión es que se afrontaron los cambios con mucha valentía.

Hoy tenemos una gran base, el cambio ya comenzó, queda solamente comenzar a pulir detalles.

Hemos redescubierto lo bueno de las cosas simples, y podido separar lo más superfluo de lo realmente importante.

Muchos vieron que la tecnología es más amigable de lo que parece, y aprendieron a utilizarla para transitar mas cómodamente su día a día.

Esto nos ha permitido mejorar en forma real parte de nuestra calidad de vida, por supuesto dentro del contexto de excepcionalidad de estos tiempos.

Poder mirar atrás

A nivel individual y como sociedad nos haría muy bien mirar sinceramente en la historia, tanto reciente como no tanto, respecto de hechos similares, y sinceramente proponer el cambio, sin esperar alguien que nos indique qué hacer.

Es cierto que todo grupo necesita quien los guíe, la realidad a nivel global parece ser que ninguno de los «líderes mundiales» parece estar a la altura de lo que el momento exige.

Todos solicitan «responsabilidad social», y, salvo contadas excepciones parecen creer que ellos están por encima del resto y por lo tanto este pedido no los incluye y no tienen por qué liderar con el ejemplo.

Entonces, mirando hacia atrás, vemos que podemos solicitar con el mismo poder que los llevó a sus puestos, pedir un recambio, por supuesto por los medios legales de cada país y partiendo del punto más importante:

Involucrarnos y aprender a elegir, a partir de los niveles más bajos hacia arriba, no solamente participar con un voto eligiendo a quien en esa instancia con suerte «puede ser el menos malo».

En definitiva:

Está en nuestras manos poder hacer que todo tiempo futuro sea mejor.

Si bien en principio en forma forzada y muy deprisa, el primer paso ya ha sido dado.

Nos resta un largo camino, está en nuestras manos mejorar o no, sigue un pequeño resúmen:

  • Tuvimos que cambiar muchas formas de trabajo, fue, es y seguirá siendo duro por un tiempo, vimos que podemos.
  • La cultura del consumo que nos han impuesto como el camino a la felicidad se vio frenada casi de golpe, y vimos que podemos vivir sin la última prenda de moda, pero no sin los viejos afectos de siempre.
  • La educación tradicional también sufrió cuestionamientos en muchos de sus principios, y , en muchos lugares y contra todo pronóstico, quienes mayores inconvenientes mostraron tener fueron justamente quienes tienen la gran responsabilidad de enseñar.
  • Las generaciones que, supuestamente, iban a sufrir más, los mayores han resultado ser quienes mejores pudieron adaptarse.

Queda el punto más importante:

Vemos en las generaciones jóvenes algunas veces lo que se quiere indicar como «falta de responsabilidad social», no siempre es cierto, pero siendo muy sinceros, ¿Quiénes han sido los responsables de su educación tanto familiar como social? Nosotros.

Sigamos avanzando para corregir las cosas que podamos no haber hecho tan bien, para que realmente les dejemos a nuestros descendientes la posibilidad que digan «qué suerte tenemos de tno haber vivido en aquellas épocas»….

Tenemos un nuevo libro completo para escribir, no sigamos desperdiciando hojas….

Cuál es tu opinión?

Todo tiempo pasado fue mejor?

Podemos mejorar lo que está por venir?

Estás invitado a dejar tus comentarios, como siempre son muy bienvenidos.

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