Los afectos, valores en alza o en baja?

Nuestras relaciones en tiempo de confinamiento

La nueva situación que nos toca vivir, que nos ha llevado a bajar el ritmo, permite hacer una pequeña retrospectiva respecto de nuestras actividades cotidianas «en tiempos normales», y está poniendo en duda los valores que en tiempos de la velocidad y lo instantáneo nos hemos acostumbrado a tener como estandard desde la llegada de Internet a nuestra vida.

Sin darnos cuenta casi, todo gira en torno a lo efímero, donde el mayor valor se le da a lo nuevo y también a lo instantáneo, cambiando a otra prioridad en cuanto nos aburrimos.

Solamente la juventud y belleza exterior se tienen en cuenta, «lo viejo aburre y estorba»

Cambian las prioridades, la forma de relacionarnos, de trabajar.

Los afectos y amistades (supuestamente muchas) se mantienen en la mayor parte del tiempo de manera virtual, muchas veces encontrarse con alguien cara a cara parece ser una pérdida de tiempo, después de todo, «tenemos cosas más importantes para hacer» (¿?).

Se nota en la realción con nuestros afectos: padres, hermanos, abuelos, tíos, amigos.

Podemos o

De pronto un acontecimiento impensado hace que no podamos estar cerca de ellos, y sentimos la necesidad de vernos cara a cara, dar o recibir un sincero abrazo, y nos damos cuenta que estamos más solos de lo que creíamos.

Angustiante, no? Cómo reaccionaríamos si nuestros amigos nos dijeran que estamos exagerando? Apenas 3 meses atrás hubiera sido una situación impensada, típica de una película de terror.

Vemos en la noticias testimonios de personas varadas en el exterior la angustia por no estar cerca de sus afectos.

Se pusieron a pensar que esto mismo les puede suceder a nuestros mayores, pero desde hace mucho más tiempo?

Dicen que toda situación inesperada nos permite modificar el rumbo para mejorar, es momento de rever cuales son las prioridades, y tomar las medidas para volver a lo que debería ser fundamental: el contacto directo con nuestros afectos.

Independientemente que estemos físicamente en lugares diferentes, el contacto diario y sincero es posible (no en estos momentos, sí cuando el panorama cambie), es el momento de replantear nuestras relaciones.

La tecnología ayuda y mucho, gracias a la posibilidad de ampliar la comunicación mediante la voz y la imagen

Ahora todos sabemos qué se siente estar aislados, lo vivimos en primera persona, no nos lo han contado, seamos protagonistas del cambio.

A diario vemos la cercanía que podemos mantener gracias a la tecnología, es un excelente complemento para estar cerca.

Un llamado diario, una visita, por pequeña que sea, cambia la vida.

Una charla café por medio vale tanto como las sesiones agotadoras del gimnasio, y nos permite refrescar la mente.

Estás comprometido a dar el próximo paso?

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Nota: La imagen corresponde al personaje Mafalda, de Quino.