En una charla de café con un amigo, profesional y empresario exitoso a quien hacía un tiempo no veía, surge la pregunta de rigor:
¿Cómo están tus cosas?
A lo que para mi sorpresa responde:
-Excelente, ya tengo mi nuevo emprendimiento!!!
-Voy a abrir una tienda de venta de ropa de etiqueta para fiestas en medio del desierto del Sahara, donde solamente tenga dunas alrededor. Es más, ya tengo mi tienda de acampar lista!
-Interesante, respondo, esparando que continúe su relato.
-De esa forma no tendría que liar con los clientes.
-¿Te imaginas qué placer?
Tranquilidad total, sin presiones ni clientes que nunca están satisfechos con tus productos, y encima, si llegara algún posible cliente, poder decirle que estoy ocupado y veré en la agenda cuándo lo podría recibir…
-Una excelente idea, comenté.
¿Cuándo estarías empezando?
-Mañana de ser por mí, luego recuerdo mi compromiso para dar lo mejor para mi familia, pero en cuanto esté solucionado, para allí voy.
¿Es la solución?
Puede parecer un relato anecdótico y exagerado, sin embargo fue totalmente real.
Por más que disfrutemos plenamente lo que hacemos, llegamos a un punto que entiendo es común a todos nosotros, y nos invaden:
Estrés.
Cansancio.
Ganas de tomar un rumbo distinto.
Sensación de agobio por la rutina, aunque nos dediquemos a una actividad que nos apasiona.
Quisiéramos dejar todo, pero en el fondo sabemos que no sería la solución.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Éstos síntomas no sólo hacen que nos sintamos superados por nuestras realidades, también complican nuestra relación con nuestros compañeros de trabajo, nuestras familias y también con nosotros mismos.
Por diferentes motivos, puede resultar muy difícil de poner en práctia un cambio drástico de rumbo en nuestras vidas, entonces, es mi sugerencia que revises periódicamente cómo te sientes respecto de todas tus actividades, para ir corrigiendo lo que sea necesario antes de llegar a un posible punto donde te sientas en una especie de laberinto sin salida.



Es estres nos puede llevar a tomar desiciones no del todo correctas.

Si sentimos que nos llega el momento de poner nuestra tienda en el desierto lo mejor es buscar un profesional que te acompañe en el camino de reconciliar tu vida personal con tu vida laboral.
Cosas tan sencillas como encontrar una actividad que te reenfoque en otros temas aunque no sea más que un par de horas por semana pueden hacer una gran diferencia.
Cuéntame si has pasado por momentos similares, y si los has superado cómo lo has hecho.
Si estás pasando ahora mismo por esta situación y nececitas salir de ella espero tu mensaje para seguir conversando.
Yo he pasado por ésto y puedo aseguratre que es posible salir de éste estado.
Nos vemos en la próxima nota.

No tenemos en cuenta la importancia de recuperarnos


