¿En cuánto nos parecemos?
Fragmento de la novela El planeta de los simios (de Pierre Boulle)
Sociedad de los simios
En la novela, hay tres especies de simios inteligentes, que comparten una misma cultura y viven en una sociedad similar a la de los humanos terrícolas de mediados del siglo XX; estas tres especies son los chimpancés, los gorilas y los orangutanes, cada especie tiene rasgos de personalidad característicos y ocupan puestos afines a tales rasgos:
Los gorilas son la clase dirigente: ocupan cargos políticos, militares, empresariales y posiblemente aristocráticos (se especula que en los albores de la civilización simia usaron la fuerza física para someter a las otras razas), tienen aptitud para liderar y administrar, son arrogantes, impetuosos y poco intelectuales. Según Mérou «los gorilas a veces escriben libros, pero se preocupan más por el continente que por el contenido».
Los orangutanes son la clase académica, son doctores, profesores (y probablemente también sacerdotes e incluso artistas), son quienes dirigen y administran las instituciones. Son de mentalidad estrecha, escolásticos y conservadores, según Zira «escriben libros repitiendo lo que otros orangutanes dijeron antes que ellos, y se dan entre sí premios, homenajes y puestos honoríficos en instituciones por ello». Miran con recelo y escepticismo la innovación, y su principal método de enseñanza es guiar a sus alumnos a cometer los mismos errores que sus predecesores cometieron para que aprendan de ellos.
Los chimpancés son la clase progresista: son científicos, inventores y artistas; salvo algunas excepciones, todas las innovaciones y avances en todos los campos de la sociedad a lo largo de la Historia de su civilización han sido realizados por chimpancés. Son enérgicos, curiosos, tienen la mente más abierta y son dados a experimentar y buscar cosas nuevas.
Si bien es cierto que estamos hablando de una novela de ciencia ficción, hay una muy buena interpretación de las conductas humanas, por supuesto transpoladas a los habitantes de este supuesto mundo.
¿Qué tiene que ver esto con nosotros?
Particularmente hoy me quiero referir a los orangutanes del Plantea de los Simios, y su principal rasgo distintivo según la novela.
Vuelvo a transcribir la caracterización:
Los orangutanes son la clase académica, son doctores, profesores (y probablemente también sacerdotes e incluso artistas), son quienes dirigen y administran las instituciones. Son de mentalidad estrecha, escolásticos y conservadores, según Zira «escriben libros repitiendo lo que otros orangutanes dijeron antes que ellos, y se dan entre sí premios, homenajes y puestos honoríficos en instituciones por ello». Miran con recelo y escepticismo la innovación, y su principal método de enseñanza es guiar a sus alumnos a cometer los mismos errores que sus predecesores cometieron para que aprendan de ellos.
He notado que en nuestros semejantes, estudiosos, políticos, y demás gente con buenos antecedentes educativos, que no se destacan precisamente por tener pensamientos innovadores o revolucionarios, sino más bien todo lo contrario, solamente describen lo que observan, muchas veces hechos que hace tiempo se vienen observando y repitiendo, solamente como críticos casuales sin tener en cuenta la historia, muchas veces no tan lejana.
Se observa en la clase política, que desde años habla de casi los mismos problemas y conflictos, como si estos fueran nuevos ó lo que es peor, como si ellos, profesionales de la política fuesen recién llegados a este mundo.
Ejemplos de ello: violencia, delincuencia, drogas.
Otro ejemplo con el que me he encontrado en estos días (reconozco que si bien lo había notado, estaba «en modo automático» y lo miraba sin ver), y que nos afecta en forma directa a quienes superamos los 50:
Los «ejecutivos » encargados de selección de personal.
Como en el planeta de los simios, me he encontrado notas donde «descubren» la discriminación que se realiza sistemáticamente en la mayoría (ACLARO, no en todas) las empresas el momento de incrementar o renovar la fuerza laboral.
Por lo menos desde mis años de colegio secundario recuerdo el triste hecho de que quien quedaba sin trabajo luego de los 40 era prácticamente un sentenciado a ser desocupado eterno.
Los motivos (esgrimidos antes y muchas veces en éstos días) para ser excluidos:
- Gente grande, ya cansada
- Sin motivación para emprender algo nuevo
- Traen muchos «vicios» de los trabajos anteriores, que no se condicen con la nueva propuesta
- Sin ganas de seguir creciendo (léase aprender nuevas competencias).
- Piden mucho por el puesto a ocupar.
Está demostrado que todos estos juicios son errados en la mayoría de los casos (como en todo, hay personas y personas). Te invito a que hagas clic aquí para interiorizarte algo más.



Si bien el tema parece estar tomándose un poco más en serio, sigue siendo prácticamente imposible encontrar en los requisitos de búsqueda laboral la no restricción en el rango etario.
La consigna en las empresas parece ser: paguemos lo menos posible para reducir costos.
Un pensamiento lógico en toda empresa, pero que no tiene muchas veces en cuenta el daño colateral: Alta rotación de personal, ya sea porque no cumplen los estándares exigidos (muchas veces incompatibles, como ser muy joven pero contar con gran experiencia), y también por otro gran cambio que se da en las fuerzas laborales: priman los espacios para crecimiento personal en lugar del sacrificio para la sola ganancia de la empresa.
¿Qué se observa en los anuncios de solicitud de personal?
De momento, la mayoría de los especialistas en selección de personal parecen hablar y preocuparse mucho del tema, sin embargo mi percepción es que estamos mucho peor que hace 40 años, pues cada vez se tiene menos en cuenta la experiencia adquirida en el transcurso de los años, a favor del ímpetu que suponen las nuevas generaciones (Haz clic aquí para tener mayor información)
Parecería que los profesionales e recursos humano solamente ven como espectadores estos hechos, y poco parecen actuar sobre la otra pata de la cuestión: los empleadores
Como todos, las consultoras y reclutadores de recursos tratan de ganar la oferta de tomar la cuenta de una empresa para su gestión como selectores de personal, lo cual es lógico pues de eso viven, y pocas intentan hacer un enfoque más profundo respecto de los motivos de la discriminación por edad como requisito de selección, y solamente realizan el enfoque en función de lo que solicitan, sin tratar de profundizar en los motivos. (Puedes leer más al respecto haciendo clic aquí)
A pesar de ello, como mencioné anteriormente, se torna un tema redundante a lo largo del tiempo, solamente interesante para una publicación o una nota en laguna revista o periódico, pero no parece ser motivo de investigación, a pesar de la evidencia médica que confirma que la edad no es un impedimento para nuevas oportunidades.
Por supuesto no es una generalización, es solamente lo que observo humildemente desde mi punto de observación.
La edad suma experiencia, y quienes ya la tienen pueden generar una sinergia muy positiva en las generaciones más jóvenes.
En definitiva, muchos parecen tener opinión formada respecto del poder de la fuerza de trabajo en gente de más de 50 años, y muy pocos ponen énfasis en tratar de cambiar la mentalidad de quienes necesitan de la fuerza laboral, desde mi punto de vista similar comportamiento al de los orangutanes de la novela
Difieres en mucho con lo expresado en la nota?
Házmelo saber con tus comentarios, el debate respetuoso siempre es bienvenido.
Si te gustó, dale me gusta y compártela.
Suscríbete para recibir notificaciones de nuevas entradas, y síguenos en nuestras redes
