Cuarentena, aislamiento y salud.

Encontrar el equilibrio para estar bien

El mundo cambió.

No solamente en lo referido a revoluciones tecnológicas y sociales en los últimos 100 años.

Hubo un cambio drástico comenzado a principios de este año 2020 por la llegada de un nuevo vecino: El coronavirus.

Lo que empezó como una noticia más transformó nuestra vida cotidiana de un día para otro (literalmente).

Se achicó el horizonte de nuestro mundo y la rutina comienza a girar en un entorno reducido: Nuestro hogar, y circunstancialmente las zonas cercanas a él.

El cambio tomó por sorpresa a todos, tanto a los expertos como a quienes desconocen totalmente la problemática.

Aislamiento total y cierre o restricción de actividades se hicieron presentes.

Esto debido al desconocimiento de la enfermedad y el rápido crecimiento de la misma.

La cuarentena: ¿Fue efectiva o perjudicial?

El aislamiento realizado en la mayoría de los países fue efectivo en lo que respecta al coronavirus, pero ha dejado otros inconvenientes que son tanto o más graves que la pandemia (es mi visión objetiva del tema):

El aislamiento ha dejado secuelas en diferentes aspectos:

Estar sin poder salir de casa ha sido un gran desafío para todos en todo el mundo, acostumbrados a un ritmo donde en cualquier hora del día había actividad en la calle (en casi todos los centros urbanos en mayor o menor medida); sin transición quedamos recluidos en casa.

La percepción general es que quienes peor la han pasado fueron quienes viven solos, si bien han llevado creo que la peor parte, no han sido los únicos.

En hogares con 2 o más integrantes la convivencia permanente también ha sido motivo de malestares pues básicamente no fuimos educados para convivir con un semejante 24hs/24hs.

Convivir las 24 hs con nuestra familia hace necesario generar nuevas normas de convivencia

Convivir con nuestra familia 24 hs diariamente hace necesario replantear normas de convivencia.

Tuvimos que adaptarnos a la nueva forma de convivencia.

El poco espacio en la mayoría de las viviendas conlleva a una casi nula actividad física durante la permanencia en casa.

El aburrimiento una vez que lo que podíamos realizar se hizo (limpiar, ordenar, etc,) se hace nuestro compañero, quienes quedaron en mejor posición son los que pueden mantener sus actividades mediante el teletrabajo.

Quienes no pueden realizar sus actividades suman la incertidumbre económica.

En personas mayores que no conviven con sus seres queridos la falta de contacto físico también trae sus inconvenientes, compensado en parte gracias a los avances en las comunicaciones.

El avance en la tecnología de las comunicaciones permite llevar mejor el aislamiento, fundamentalmente para quienes viven solos.

Una vez pasado lo peor, la apertura gradual de actividades ha aliviado en parte estos problemas, sin embargo vemos rebrotes de contagios en varios países que hacen que sobrevuele la amenaza de nuevas restricciones.

Tenemos que tener presente que hasta que no tengamos la vacuna (según indican los expertos), está en nosotros poder tener una actividad lo más normal posible, aprendiendo de lo que pasamos y lo que sucede en otros países, por lo que sería aconsejable:

-Respetar los protocolos establecidos respecto de distancia social e higiene.

-Mantener vínculos con nuestro círculo afectivo aprovechando las ventajas de las comunicaciones actuales.

Realizar actividad física tanto en casa (podemos encontrar infinidad de instructores en línea) como al aire libre dentro de lo que permitan las autoridades locales.

Los niños también ha sentido esta emergencia al perder el contacto con sus amistades y no poder quemar energías como lo hacían habitualmente.

Para los niños también es un gran desafío

Por suerte muchas instituciones han podido generar consignas para mitigar la ansiedad en los niños, en el siguiente enlace pueden encontrar una guía para toda la familia para mejorar el humor familiar.

Los profesionales de la salud también sugieren desconectarnos de las noticias que alimentan el estado de incertidumbre.

Es también un buen momento para llevar a cabo proyectos que postergamos sin motivo.

Conclusión:

Está también en nuestras manos contribuir a salir adelante, cuidándonos a nosotros y a los seres de nuestro entorno, haciendo uso de las tecnologías disponibles para no aislarnos.

Es fundamental que tomemos conciencia que no estamos solos y nuestras actitudes tienen consecuencias en el mundo, debemos cuidarnos para cuidar al prójimo para que a su vez nos pueda cuidar a nosotros.

Trato de ser consciente y cuidar a mis semejantes como mi pequeño aporte para estar todos mejor.

¿Estás de acuerdo con esta visión para superar esta crisis?

Comenta cómo puedes contribuir desde tu lugar para salir adelante.

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Un comentario en “Cuarentena, aislamiento y salud.

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