Una colega mía realiza su fin de mes con un balance de lo sucedido en su Rueda de vida, puntualmente todos los meses.
Una excelente forma de tener en blanco sobre negro todas nuestras vivencias, y tener el real resultado de nuestro balance personal, que no es solamente trabajo, también es:
Familia
Espiritualidad
Relaciones con amigos
Salud
Nuestro propio crecimiento
Nuestro propósito de vida.
¿Es de utilidad?
Según indican quienes estudian científicamente estos temas, estamos programados para que prevalezcan nuestros pensamientos negativos sobre los positivos por motivos de supervivencia, y esto nos lleva a no contabilizar nuestros logros en su justa dimensión.
Veamos
Leyendo el post de esta colega donde mostraba su balance mensual, pude observar en mí un hecho que, si bien fue muy placentero, no lo tenía registrado en su justa dimensión:
Durante la pandemia encontré la imagen de un sitio que me resultó fascinante, y al cual (en ese entonces) me dije que me gustaría conocer.
Tiempo después pude ubicar el lugar, es en Noruega, un risco llamado Trolltunga que resulta realmente imponente.
Una roca que asoma de la montaña como un balcón a 1500 metros de altura, con vista a los fiordos.
Por las imágenes que se observan, un sitio impresionante.



Trolltunga, Noruega
Queda en principio, como un lugar más que agrego a mi lista de sitios a visitar.
Volviendo a mi día a día
Hace un par de meses tuve la oportunidad de viajar con mi familia hasta las montañas, en la provincia de Mendoza, mi hogar está a 900km, en la llanura, a la vera del río Paraná.
En este viaje tuve la oportunidad de visitar un sitio turístico muy reconocido, en Cristo Redentor, cuya imagen está justo en el límite de Argentina y Chile.
Casi a 3909 metros de altura.
Un lugar que también te deja en contacto directo con nuestro mundo.
Te permite sentir la inmensidad de nuestra gran casa.




Encontrando mi sitio ideal, sin darme cuenta
¿Y qué tiene esto que ver con el tema de esta nota?
Se trata del agradecimiento.
Simple
Ni más
Ni menos
Luego de volver de este viaje, el cual disfrutamos mucho, volví a ver una imagen de “mi sitio ideal”.
Me di cuenta de que, sin haber realizado ningún viaje épico, encontré un lugar donde también se cumplieron mis anhelos de encontrar un sitio espectacular, con vistas impresionantes.
Solamente que, al haber hecho un viaje local, con mi familia, no tenía “la épica” de mi viaje ideal.
Fueron unos días extraordinarios, con mucho disfrute en familia.
Y fue justamente leer el post de mi colega cuando caigo en la cuenta de que, efectivamente, había realizado “el viaje hacia mi lugar”, con una sensación de plenitud mucho mayor a la que imaginaba, y no la supe colocar en el lugar exacto de mi balance.
Como comenté líneas arriba, por diferentes motivos no estamos acostumbrados a poner en su justa dimensión todos los hechos positivos que nos suceden día a día.
Es decir, saber agradecer por todo lo que tenemos (que es mucho), en lugar de amargarnos por lo que nos falta. (haz clic aquí para leer respecto a poder seguir creciendo). (También haz click aquí)
¿Realizas tu balance periódicamente?
Con una mano en el corazón, contesta (principalmente para ti mismo): ¿Realizas tu balance de vida a conciencia?
Te invito a que me digas sinceramente si lo realizas o no puedes hacerlo.
Si lo haces, déjame en los comentarios cómo lo realizas, serás ejemplo y ayuda a quien todavía no lo ha realizado en forma seria.
Y si no puedes y te gustaría hacerlo, envíame un mensaje y seguimos conversando para que lo puedas realizar.
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